CRÊPES RELLENOS DE POLLO, MELOCOTÓN Y QUESO con BECHAMEL DE AJO

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Crêpes rellenas de pollo, melocotón y queso con salsa bechamel aromatizada al ajo_2

Film and Food, en su reto para el mes de julio nos han propuesto la película Bon Appétit, una película protagonizada por el actor español Unax Ugalde y la actriz alemana Nora Tschirner. La película nos cuenta la historia de Daniel (Unax Ugalde) un joven y ambicioso chef que consigue una plaza en un prestigioso restaurante en la ciudad suiza de Zurich. Allí conoce a Hannah (Nora), la sumiller del restaurante y de quien se enamora. ¿Qué final tendrá esta historia? Os lo dejo en el aire por si algun@ de vosotro@s aún no la ha visto. Pero el mensaje final de la película es que cada un@ debe buscar su propio camino en la vida. ¿Arriesgarán el amor por su futuro profesional? ¿O antepondrán su ambición profesional a sus sentimientos?

El reto al que Film and Food nos ha invitado es a crear una receta contando con un número limitado de ingredientes. La idea está basada en una de las escenas de la película en la que Hannah invita a Daniel a cenar a casa, pero él deberá hacer la cena y cuenta para ello con dos huevos, unos tallarines, media naranja, un caramelo de menta, un poco de harina y vino como únicos ingredientes.

Los ingredientes con los que contábamos l@s participantes en el reto eran: media sandía, un melocotón, 300 gr de queso fresco, un poco de leche, 1 pechuga de pollo, 1 huevo, media lechuga iceberg, 3 patatas, 1 cebolla, 1 diente de ajo y 250 gr de macarrones secos. A todos éstos se podían sumar una serie de ingredientes básicos como >sal, azúcar, harina, agua, aceite/mantequilla.

Y aquí está el resultado ...

Ingredientes (Para 2 personas) 

Para las crêpes 
  • 1 huevo
  • 50 grs. de harina de todo uso
  • 125 ml. de leche entera
  • 1/4 cdta. de sal
  • 50 grs. de mantequilla, y una cucharada más derretida para la plancha
Para el relleno
  • 1 melocotón
  • 1 pechuga de pollo
  • 150 grs. de queso fresco
  • 1 cdta. de mantequilla
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
Para la bechamel aromatizada al ajo
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 1 vaso de leche
  • 1/2 cda. de harina normal
  • 1/2 cda. de mantequilla
  • sal

Crêpes rellenos de pollo, melocotó y queso con salsa bechamel aromatizada al ajo_1


Elaboración

De la bechamel aromatizada al ajo
  1. En un cazo pequeño ponemos a cocer a fuego medio la leche con un diente de ajo pelado. Cuando rompa a hervir la leche, retiramos del fuego, dejamos templar, trituramos la leche con el ajo, la pasamos por un colador y reservamos.
  2. Lavamos el cazo y preparamos en él la bechamel aromatizada. Para ello ponemos la mantequilla a derretir. Una vez derretida echamos la harina y removemos rápidamente. Dejamos tostar la harina e incorporamos la leche aromatizada. Removemos constantemente. Cuando comience a hervir bajamos el fuego y dejamos espesar un poquito. Salamos al guso. Ha de quedar una bechamel ligera. Reservamos

De las crêpes
  1. Dos horas antes de hacer las crêpes en la plancha, ponemos todos los ingredientes en el vaso de una batidora, excepto la mantequilla derretida, y los batimos. Reservamos en la nevera.
  2. Transcurridas las dos horas, preparamos las crêpes. Pincelamos la base de una sartén no muy grande con un poquito de mantequilla derretida, vertemos una pequeña cantidad de la mezcla de crêpes, la suficiente para que cubra la base de la sartén, y la repartimos bien girando la sartén en el aire. Cuando veamos que se ha dorado ligeramente el lado en contacto con la base de la sartén, damos la vuelta a la crêpe con una cuchara de madera y la dejamos hacer por el otro lado. Sacamos a un plato y vamos reservando. Y proseguimos de la misma manera hasta terminar con la masa de crêpes. Derretimos más mantequilla en el microondas si fuera necesario.

Del relleno
  1. Abrimos el envase de queso fresco, sacamos el queso y lo ponemos a escurrir en un colador.
  2. Pelamos el melocotón y lo cortamos en daditos como de un centímetro de grande. Ponemos la cucharadita de mantequilla en la sartén y salteamos el melocotón durante unos cinco minutos a fuego suave y removiendo con frecuencia. Retiramos a un plato y reservamos. 
  3. Mientras, limpiamos la pechuga de pollo de grasas, la cortamos en tiras y éstas en daditos un poco más grandes que los de melocotón. Los salteamos en la misma sartén que el melocotón y añadimos un poco de aceite si fuera necesario. Salamos al gusto. Removemos de vez en cuando y retiramos los daditos cuando estén ligeramente dorados. No hacer mucho la pechuga para que no quede reseca. La mezclamos con el melocotón reservado.  
  4. Quitamos el exceso de humedad  del queso fresco con un papel de cocina o un paño de algodón y lo cortamos en daditos del tamaño de los de melocotón. Mezclamos con el pollo y el melocotón. Reservamos.


Montaje
  1. Cogemos una crêpe, la rellenamos con la mezcla de pollo, melocotón y queso, y cerramos la crêpe enrollándola o plegando los lados formando un paquete de forma cuadrada, que es lo que he hecho yo.
  2. Acompañamos con la salsa bechamel aromatizada al ajo.

Y ... ¡bon appétit!

  

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PAN RELLENO DE JAMÓN, QUESO Y ACEITUNAS

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Pan relleno de jamón, queso y aceitunas _ 1


Ya estamos casi a finales del mes de julio. Ya se ha pasado un mes desde que empezó el verano. 

Mientras dura la hibernación, muchos salimos a la calle lo justo y necesario, y estamos deseando que llegue el verano. Ahí es cuando los días son más largos, tanto, que hasta en Noruega pueden ver el sol durante veinticuatro horas del tirón desde mediados de mayo hasta finales de julio. Durante este tiempo no se pone el sol.

Hay quien dice: "¡Qué bien! Llega el verano y podemos disfrutar del buen tiempo al aire libre". ¡Pues mentira ... y gorda! Solo puedo hablar de lo que supone vivir en Madrid en el verano, con días en los que sobrepasamos los 40º, que los zapatos se te quedan pegados en el asfalto derretido, que incluso los tirantes de una fina camiseta de algodón te hacen sudar la gota gorda, que te sientas en un banco en el parque y cuando te levantas, te vuelves mirando sospechosa esa marca que se queda en el asiento - una es mayorcita y controla los esfínteres, sí - y que el abanico solo sabe dar aire caliente. ¿A ésto lo llaman disfrutar? ¡Venga ya! En Madrid, olvídate de salir a la calle entre las 12 de la mañana y las 8 de la tarde, o si no, verás a los pajaritos caer del cielo como pajaritos fritos. Y con estas temperaturas, una sale a la calle tarde, y cuando mejor se está, a éso de las 10 de la noche - a veces - hay que subirse a casa. ¿Y apetece hacer cena? ¡Pues no! En más de alguna de vuestras entradas he apreciado vuestra receta porque se puede preparar con antelación y así es subir del parque y ponerse a cenar.

Hoy os traigo precisamente una de esas recetas. Se la debo a Rosa Ardá. Seguro que much@s la conoceréis, especialmente aquéll@s que tengáis thermomix. Y si no conocéis su blog, merece la pena que os paséis por él, porque tiene unas recetas suculentas, una fotografía culinaria fantástica y nos presenta unos paso a paso pecadores. ¡Ah! Y deciros que aunque sus recetas se elaboren con thermomix, todas son adaptables a cualquier otra herramienta de cocina.

La receta es un pan tipo brioche relleno de jamón serrano, york, queso y aceitunas. En casa nos ha encantado a los tres, tanto que el trozo que nos sobró nos lo disputamos en casa al día siguiente. ¡Con deciros que hubo morros y todo! xD

Ingredientes (para 4 personas)

Para el relleno
  • 6 lonchas de jamón serrano
  • 90 grs. de jamón york en lonchas o en dados
  • 5 lonchas de queso que funda bien - a nosotros también nos gusta el tipo Harvati
  • 60 grs. de aceitunas sin hueso
  • 30 grs. de pasas (opcional)
  • mantequilla fundida para pintar la masa por dentro
  • un huevo batido para pintar la masa por fuera
Para la masa
  • 300 grs. de harina de todo uso
  • 150 ml. de leche
  • 30 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 30 grs. de azúcar blanquilla
  • 20 grs. de levadura fresca de panadero
  • 1/2 cdta. de sal
  • agua para sellar la masa


Pan relleno de jamón, queso y aceitunas _2

Elaboración manual

Del relleno
  1. Trocear el jamón york y reservarlo.
  2. Trocear las aceituna en láminas y reservar.
De la masa
  1. Batir la mantequilla con el azúcar hasta que el azúcar se haya deshecho.
  2. Templar la leche y diluir en ella la levadura fresca. Añadirla a la mezcla anterior y mezclar bien.
  3. Tamizar la harina y la sal e incorporarlas a la mezcla. Amasar hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados. La masa es muy suave, nada pegajosa y muy fácil de manejar.
  4. Estiramos la masa formando un rectángulo y lo pintamos con  la mantequilla fundida. La cubrimos con las lonchas de jamón serrano, cuidando de dejar libres los extremos del rectángulo para luego sellar el pan, especialmente el lado opuesto al de por donde empezaremos a enrollar el pan, y los laterales. De los laterales dejaremos un centímetro, y del largo opuesto dos o tres centímetros. A medida que enrollemos, el relleno irá saliendo por el lado opuesto.
  5. Encima el jamón serrano, colocamos las lonchas de jamón york, encima de éstas  las de queso, y por último esparcimos las pasas (opcional) y las aceituntas troceadas.
  6. Humedecemos con agua los bordes limpios, sellándolos bien. Los de los extremos remetiendo la masa como que estuviéramos cerrando un paquete, y el largo pegándolo a la masa. El agua hace de pegamento.
  7. Preparamos una bandeja de horno, la forramos con papel parafinado y colocamos encima el pan. Con un cuchillo bien afilado hacemos unos cortes en la masa. No tengáis cuidado de no cortar parte del relleno, pero sin llegar al fondo, ojo. Dejamos reposar el pan durante una hora o hasta que doble su volumen cubierto de un paño.
  8. Transcurrido ese tiempo, pintar con el huevo batido generosamente y hornear a 180º durante 30 minutos aproximadamente. Cuidado, que cada horno es un mundo.

Elaboración en thermomix 31

Del relleno
  1. Trocear el jamón york durante 3 segundos, velocidad 4. Reservar.
  2. Trocear las aceitunas durante 3 segundos, velocidad 4. Reservar.
De la masa
  1. Ponemos en el vaso la leche, la mantequilla y el azúcar y mezclamos durante 1 minuto, 37º, velocidad 2.
  2. Incorporamos la levadura y desmenuzamos en 10 segundos, velocidad 2.
  3. Añadimos la harina y la sal y mezclamos durante 20 segundos, velocidad 6. Amasamos en 3 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.
  4. Estiramos la masa formando un rectángulo y lo pintamos con  la mantequilla fundida. La cubrimos con las lonchas de jamón serrano, cuidando de dejar libres los extremos del rectángulo para luego sellar el pan, especialmente el lado opuesto al de por donde empezaremos a enrollar el pan, y los laterales. De los laterales dejaremos un centímetro, y del largo opuesto dos o tres centímetros. A medida que enrollemos, el relleno irá saliendo por el lado opuesto.
  5. Encima el jamón serrano, colocamos las lonchas de jamón york, encima de éstas  las de queso, y por último esparcimos las pasas (opcional) y las aceituntas troceadas.
  6. Humedecemos con agua los bordes limpios, sellándolos bien. Los de los extremos remetiendo la masa como que estuviéramos cerrando un paquete, y el largo pegándolo a la masa. El agua hace de pegamento.
  7. Preparamos una bandeja de horno, la forramos con papel parafinado y colocamos encima el pan. Con un cuchillo bien afilado hacemos unos cortes en la masa. No tengáis cuidado de no cortar parte del relleno, pero sin llegar al fondo, ojo. Dejamos reposar el pan durante una hora o hasta que doble su volumen cubierto de un paño.
  8. Transcurrido ese tiempo, pintar con el huevo batido generosamente y hornear a 180º durante 30 minutos aproximadamente. Cuidado, que cada horno es un mundo.

Tenéis un paso a paso estupendo, hecho por Rosa, aquí.  

¿Y qué? ¿Os anima hacerlo uno de estos días para disfrutar de una gran cena?


  

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NUBES DE PLÁTANO

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Nubes_1


Una cocina sin complicaciones es lo que hoy por hoy buscamos la mayoría. El trajín diario no nos permite dedicarnos en cuerpo y alma a cocinar por mucho que nos guste, aunque yo creo que siempre que podemos nos gusta complicarnos un poquito la existencia, ¿verdad? En mi caso, cuando llegan los domingos, mi cocina está que echa humo, aunque en el verano el calor se impone e inspira a la pereza para entrar lo justo y necesario.

Un ejemplo de cocina sin complicaciones, entre otras muchas, es la cocina de Tito. ¿Os acordáis de cuando este muchacho tan alegre, simpático y buena gente entró en vuestras vidas? En mi caso fue al publicar unas albóndigas griegas con arroz, llegó con su "Yolandaaaaaaaa!!" tan efusivo que me sacó una sonrisa de los labios; y es que él es siempre así de efusivo en su trato con sus amig@s bloguer@s. Pues Tito está de cumpleaños y nos ha invitado a todos sus seguidores a celebrar su primer cumpleblog con él, y si él sabe estar en las duras y en las maduras con sus seguidores, ¿cómo no íbamos a estar en este momento con él? Requisito imprescindible para formar parte de la fiesta es llevar un postre, o algo dulce, como traigo yo en este caso. No es que sea precisamente un postre, pero sí que es un dulce sin ni una complicación, vamos, complicación 0, tan poca que hasta cualquier peque puede ponerse con él. Un dulce de ésos vicios inconfesables que decimos "¡Si es pa los niños!", y salimos a la calle, nos enfundamos en nuestras gafas de sol, en una gorra, y vamos con paso rápido, cabeza gacha, y mirando a un lado y a otro,  controlando que nadie nos vea entrar en esa tienda de chuches, porque vamos a comprar éso, ¡chuches!


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De entre todas las chuches, ¿cuál es vuestra favorita? Las mías son las nubes y las cerezas de gominola. Y hoy os traigo una muestra de nubes de plátano que buenamente pueden ser del sabor que más os guste: limón, naranja, fresa, kiwi, frambuesa, tropical, ...

Ya sabéis que siempre siento interés por saber sobre el origen de los productos que os traigo, ¿y sabéis que las nubes proceden del antiguo Egipto? Por aquél entonces, se mezclaba miel con la raíz de la planta conocida como malvavisco. La receta evolucionó, y llegado el siglo XIX, las propiedades de esta planta eran tan amables, que se mezclaba la raíz de esta planta con azúcar y con claras de huevo, se batía la mezcla y se conseguía una textura sólida que se usaba como un caramelo que calmaba los dolores de garganta de los niños. Con el tiempo, lo que empezó siendo una medicina terminó siendo un caramelo al sustituir la raíz de malvavisco por gelatinas. Hoy en día se utilizan ingredientes como el sirope de maíz o azúcar, gelatina, goma arábica y aromas.

En países de habla inglesa una barbacoa de nubes es de lo más tradicional en un día de salida al campo. Se insertan nubes en un pincho apto para fogatas y al ponerlas al fuego, las llamas crearán una capa de caramelo tostado alrededor de cada nube, mientras que su interior  permanece blandita. Haced la prueba con un mechero, por ejemplo. Yo lo hacía de jovencita, aunque no es una práctica nada recomendable porque toda parte quemada de un ingrediente, contiene sustancias cancerígenas. Estas nubes  se comen a gusto del comensal, como ocurre con un entrecot: con una corteza tostada o chamuscada, y se toma toda la nube entera, o solo la capa exterior y la interior se pone a tostar de nuevo.

También existe una crema de nubes, conocida como marshmallow fluff y que se usa para rellenar los whoopie pies.


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La receta de nubes procede del libro "Webos Fritos - Recetas y Momentos", un libro de los que yo considero "imprescindibles". También tenéis la receta en su web. Aprovechad l@s que tenéis niños para entretenerles un rato en la cocina en estos días de verano. ¡Les encantará!

Ingredientes
  • 2 sobres de gelatina neutra en polvo (2 sobres de 10 gramos cada uno)
  • 200 ml. de agua
  • 300 gr. de azúcar blanquilla
  • 1 sobre y 1 cucharada de otro sobre de gelatina de sabor - 100 grs. en total. Cada sobre contiene 85 grs.
  • Azúcara glas o harina de maíz para rebozar

Elaboración

Sin thermomix
  1. Poner a calentar el agua en un cazo. Cuando empiece a hervir, añadir la gelatina neutra y el azúcar.
  2. Bajar el fuego y dejar cociendo 5 minutos. Incorporar el sobre de la gelatina de sabor y seguir removiendo durante 5 minutos más. Irá cogiendo consistencia.
  3. Dejar enfriar hasta que esté semicuajada.
  4. Con una batidora de varillas, montar la gelatina durante unos minutos hasta que quede una textura como de merengue.
  5. Forrar un túper o un molde rectangular  de unos 15 x 25 centímetros con film transparente. Espolvorearlo con azúcar glas y verter sobre él la gelatina montada. Dejar a temperatura ambiente unas 12 horas.
  6. Pasado este tiempo, desmoldar y colocar la gelatina en una tabla y cortarla con un cuchillo afilado primero en tiras y éstas en cuadrados grandes como de 3 x 3 centímetros.
  7. Rebozar los cuadrados en azúcar glas o en harina de maíz dependiendo de si te gustan más o menos dulces. Guardar en un recipiente hermético.

Con thermomix 31
  1. Verter en el vaso la gelatina neutra, el agua y el azúcar. Programar 5 minutos, 100º, velocidad 2.
  2. Incorporar la gelatina de sabor y mezclar programando 10 segundos, velocidad 4.
  3. A continuación, programar 5 minutos, 100º, velocidad 2.
  4. Dejar enfriar dentro del vaso. Una vez fría y semicuajada, programar 6 minutos, velocidad 5 y 1/2.
  5. Forrar un túper o un molde rectangular  de unos 15 x 25 centímetros con film transparente. Espolvorearlo con azúcar glas y verter sobre él la gelatina montada. Dejar a temperatura ambiente unas 12 horas.
  6. Pasado este tiempo, desmoldar y colocar la gelatina en una tabla y cortarla con un cuchillo afilado primero en tiras y éstas en cuadrados grandes como de 3 x 3 centímetros.
  7. Rebozar los cuadrados en azúcar glas o en harina de maíz dependiendo de si te gustan más o menos dulces. Guardar en un recipiente hermético.

Nubes_0


Notas
  • Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la elasticidad tan resistente de esta masa. Es una delicia cortar la masa, ver cómo se hunde al clavar el cuchillo para cortarla, y ver cómo recupera su forma, aunque mayor delicia es disfrutarla, claro. 

La historia de las nubes la leí aquí.

 

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HELADO DE CEREZAS

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Helado de cerezas_1


España es un país en el que la tradición heladera queda reducida prácticamente a los meses más calurosos del año, los del verano: junio, julio y agosto. Sin embargo, en muchos otros países se consumen con gusto durante cualquier época del año. Ésto es algo de lo que tengo constancia ahora, pero que me llamó soberanamente la atención mientras estuve viviendo en Irlanda, donde precisamente Lorenzo, esa estrella llamada "sol", no es que trabaje mucho, la verdad. De hecho, España no figura entre los quince primeros países consumidores de helados. No sé vosotr@s, pero con lo friolera que yo soy, los helados solo son para el verano.

Y es que cuando hace calor lo que más nos apetece es tomar helados, y justamente son los que menos nos quitan la sed por su componente dulce, aunque de entre todos, los hechos de hielo son los que más quitan la sed. Luego está el otro tipo de helados, los cremosos, en los que los ingredientes básicos son un componente lácteo (leche, nata, yogur), azúcar y huevos. Para elaborar helado casero, la cantidad a utilizar de estos ingredientes básicos es de 6 yemas de huevo (o 3 huevos) por cada medio litro de leche, y una cucharada de azúcar por huevo. A estos ingredientes podemos añadir zumos de frutas, colorantes, esencias, frutos secos, trozos de frutas, trocitos de chocolate, etc.

Si no tenemos heladera, uno de los mayores inconvenientes de preparar helado en casa es que cristaliza, es decir, que se forman pequeños cristales de hielo que no nos permiten disfrutar de la cremosidad del helado. Pero ésto tiene solución: romper los cristales, y para ello, cada media hora, y durante las tres primeras horas, removeremos el helado con un tenedor.

Quizás os sorprenda saber que el helado nació en China. Muchos años antes del nacimiento de Jesucristo ya mezclaban miel y frutas con la nieve de las montañas. La tradición pasó de ahí a la India, y aprendieron esta técnica también los persas, los griegos y los romanos. ¿A que no sabíais que la palabra sorbete procede del árabe "sharbet", que significa "bebida"? Y se cree que el tipo de helado que conocemos como "polo" se atribuye al legendario Marco Polo, quien tras su regreso de sus viajes por Oriente trajo consigo recetas de postres helados que se hicieron populares en la corte italiana.

Antes de que se acabara definitivamente la temporada de la cereza, una fruta que me encanta y por la que no puedo poner freno, quería mostraros un helado de cereza que os animo a hacer si os gusta esta fruta de verdad.

Helado de cerezas_compo

Ingredientes
  • 350 gramos de cerezas pesadas sin el hueso
  • 50 gramos de azúcar blanquilla
  • 300 gramos de nata para montar
  • 60 gramos de azúcar glas

Elaboración
  1. Lavamos y quitamos el hueso  de las cerezas cortándolas por la mitad, haciendo un medio giro como para quitar el hueso al aguacate.
  2. En una cazuela ponemos las cereza y el azúcar, mezclamos y las cocemos a fuego suave. Las cerezas comenzarán a desprender su jugo y el azúcar se deshará. Las mantenemos cociendo durante 5 minutos.  Dejamos templar y las trituramos. El punto de triturado dependerá de nuestro gusto. Yo las dejé un poquito enteras para notarlas al comer el helado. Reservamos.
  3. Semimontamos la nata con el azúcar glas y la mezclamos suavemente con el sirope de cerezas reservado. 
  4. Vertemos la mezcla en un recipiente de plástico, nunca de cristal, y lo sacamos cada media hora, durante las tres primeras horas, para romper los cristales.
  5. Sacar el helado del congelador unos 20 minutos antes de consumir y formar bolas humedeciendo el sacabolas.
Si quieres saber más sobre el orígen del helado, pincha aquí. La receta es de Pimienta Rosa.

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TALLARINES AL LIMÓN CON CALABACÍN

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Pasta al limón con calabacín_2


Durante un mes he tenido el privilegio de tener en mi casa a Jamie Oliver. ¡Sí! Como oís. Bueno, en realidad he contado con la suerte de tener en mi casa su último libro publicado en español a fecha de hoy, En casa con Jamie, vamos a ser sinceros. Era el libro que menos me pensaba que podría encontrar en la biblioteca del municipio en el que vivo, así que en cuanto lo ví, no lo dudé y lo cogí.

En este libro Jamie nos habla de una de las pasiones que a la que se ha dedicado en cuerpo y alma en los últimos tiempo: su huerto. Jamie desaparecía de su casa durante una hora, y volvía con un aspecto reluciente, con las mejillas sonrosadas, y con manchas de hierba en las rodillas. Ante esta situación, ¿qué otra cosa puede pensar su esposa? Que tiene un lío amoroso, claro. Jamie confiesa que el tiempo dedicado a su huerto le ha dado el año más fructífero de toda su vida ... ¡en la cocina! ... ¡malpensados! :D

Jamie utiliza este libro como herramienta para animar a sus lectores a adentrarse en el mundo de la horticultura. La abundancia de los productos de su huerto, que comenzó como un mero experimento a partir de unas semillas que no sabía ni como tratar porque sus instrucciones estaba escritas en italiano, le inspiró para crear nuevas recetas. Pero no es solo un libro de recetas, sino una guía de cultivo y cuidado de algunos productos de huerta, agrupados según su temporada de producción.

La receta de hoy ni está extraída de este libro ni es de Jamie Oliver,  pero sí lo que os quiero contar sobre uno de los ingredientes que se emplea para cocinarla y que nos da el huerto en el verano: el calabacín. Algo que me ha llamado la atención es que Jamie comenta que el consumo de calabacín en Gran Bretaña no está muy extendido. Pues ellos se lo pierden, porque unas rodajitas de calabacín a la plancha fuerte, con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, y sazonadas con sal en láminas resuelve una comida o una cena rápidamente y es una delicia, no me digáis que no. Jamie cuenta que si los calabacines son finos, se pueden laminar finamente y consumirlos aderezados con un poco de zumo de limón, sin más,  qué ricos. Embadurnados de un poco de aceite, de vinagre y un ajo machacado y asados tienen que estar igualmente divinos. La menta y el tomillo, las hierbas aromáticas que mejor pareja hacen con el calabacín; y la guindilla también. Se puede hacer un preparado con estas hierbas y saltear los calabacines con ellas, terminando aderezándolos con un chorrito de zumo de limón. Si el calabacín es grueso, conviene desechar la parte interna, más acuosa y tierna, y quedarnos con la más cercana a la piel, más tersa y sabrosa.

Jamie pone tanto entusiasmo en lo que cuenta, que hasta te entran ganas de comerte las fotos del libro, ja ja ja.

Espero haberos puesto los dientes largos y animaros a hacer la receta de pasta con calabacín aromatizada con zumo de limón. Esta receta llegó a mis manos por recomendación de mi hermano y cuñada, a quienes podéis ver aquí, junto a mí y a Su, en la firma de su libro, "Webos Fritos, Recetas y Momentos" el pasado 3 de junio.

¡La receta está buenísima! A ver qué os parece a vosotr@s ...


Pasta al limón con calabacín_1



Ingredientes

Para 4 personas

  • 500 grs. de calabacín
  • 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 3 dientes de ajo chafados
  • 2 guindillas rojas en rodajitas (opcional)
  • 3 cucharadas de albahaca fresca picada 
  • zumo de un limón
  • 100 ml. de nata líquida ligera
  • 4 cucharadas de queso parmesano rallado
  • 225 grs. de tallarines
  • agua
  • sal y pimienta recién molida



Pasta al limón con calabacín_3



Elaboración

  1. Ponemos agua con sal en una cazuela amplia para cocer la pasta. La cocinamos siguiendo las instrucciones del fabricante. Colamos, refrescamos y reservamos.
  2. Mientras tanto, cortar los calabacines por la mitad y desechar la parte central. Cortar el resto en láminas finas.
  3. Calentar el aceite en una sartén y saltear los dientes de ajo chafados.
  4. Incorporar el calabacín y saltearlo a fuego suave entre 5 y 7 minutos. Salar al gusto. Retirar y reservar.
  5. Añadir las guindillas (opcional), la albahaca, el zumo de limón, la nata y el parmesano. Salpimentamos al gusto.
  6. Incorporamos el calabacín, removemos con suavidad para que se mezcle con el resto de ingredientes.
  7. Para servir, disponemos la pasta como cama, y sobre ésta los calabacines con la crema. Y a disfrutar de un plato sano y barato.


¿Alguien da más? 



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TARTA MOUSSE DE CHOCOLATE CON CUAJADA

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Tarta mousse cuajada_3


Pues no sé por qué, pero esta receta no había visto la luz, y la verdad es que en cuestión de rapidez, no creo que nadie sea capaz de hacer una tarta tan rica en diez minutos. ¡Sí! ¡Diez minutos! Sé que hay a quien la cuajada no le va nada de nada, pero os quitaré ese prejuicio asegurándoos que esta tarta sabe solo al chocolate que vosotros empleéis para hacerla, sin más. Esta tarta fue todo un éxito en el cumpleaños de mi hija, allá por octubre del año pasado, y hay en concreto una niña, alérgica al gluten, que siempre que me ve me recuerda lo rica que estaba la tarta.

Elegir un buen chocolate no es fácil, o bueno, depende de lo exigente que seáis con el chocolate. Dicen que los de la marca Valrhona son los mejores. Tengo en casa dos tabletas de esta marca, obsequio que recibí tras haber sido la ganadora del reto propuesto por Film and Food para el mes de mayo, y en el que el tema de la receta giraba en torno a la película Chocolat. Lo sé, no sé a qué espero, y si mi hermano leyera esta entrada, me lo veo plantado en la puerta ya mismo para que le invite a una onza, ojo, sois testigos, una onza, ¡qué tacaña soy! Ja ja ja. Pero es que el chocolate en mi casa, como en la suya, y en la de muchos, es un tesoro.

Pues éso, que para muchos Valrhoma es la mejor marca de chocolates, pero como no está asequible ni en precio ni en cercanía como otras marcas, normalmente uso Lindt postres con el 70% de cacao, o el de la marca Valor, un estupendo chocolate y además español. Sin embargo Nestlé postres no llega a satisfacerme por completo tanto por su sabor como por su textura. Hay una versión Lindt postres con el 80% de cacao, pero me resulta muy fuerte para postres. Luego tenemos la versión de chocolate sin azúcar en polvo de la marca Valor, igualmente estupendo.

Tarta mousse cuajada_2


Vamos a por la receta. Ya veréis qué fácil y rápida es de hacer.

Ingredientes
  • 200 grs. de galletas (María, Digestive, Napolitanas, etc) Yo escogí Napolitanas
  • 80 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
  • un chorritín de leche
  • 1 litro de leche
  • 2 sobres de preparado para cuajada
  • 300 grs. de chocolate soluble en polvo (Cola-Cao, Nesquik, etc) Yo usé 150 grs. de chocolate sin azúcar en polvo Valor
  • 150 grs. de azúcar
  • Maltesers para decorar (opcional) o cualquier otro detalle que se te ocurra


Tarta mousse cuajada_4


Elaboración

Modo tradicional
  1. En una bolsa de plástico de cierre fácil mete las galletas y machácalas con un rodillo o con el mango del almirez hasta que queden hechas polvo. 
  2. Derrite la mantequilla en el microondas. Vierte las galletas en un recipiente, incorpora la mantequilla derretida y el chorritín de leche, remueve para que se mezclen bien los ingredientes, y con esta preparación cubre el fondo de un molde desmontable de acero o teflón de 24 centímetros de diámetro. Presiona las galletas con la palma de la mano para formar una base lisa y compacta. Reserva en la nevera hasta el momento de rellenar, preferiblemente en torno a una media hora, y en la zona más fresca del frigorífico.
  3. Pon la leche, el azúcar y el chocolate en un cazo a cocer y reserva un vaso de esta leche para desleir los sobres de cuajada. Cuando la leche comience a hervir, vierte el preparado de cuajada y remueve. Cuando la leche comience a hervir de nuevo, retírala del fuego y vierte inmediatamente el contenido del cazo en el molde reservado. Ayúdate de un cucharón en el que verterás el chocolate para que no caiga directamente sobre la base y la perfore. Así se esparcirá suavemente.
  4. Deja reposar en el frigorífico unas 4 horas.
  5. Antes de servirla, decórala como más te guste, en este caso con Maltesers. 

Con thermomix 31  
  1. Ponga en el vaso las galletas y triture programando 5 segundos a velocidad 8.
  2. Añada la mantequilla y el chorritín de leche y programe 5 segundos a velocidad 5. Cubra con esta preparación el fondo de un molde desmontable de acero o teflón de 24 centímetros de diámetro. Presione las galletas con la palma de la mano o con el fondo del cubilete para formar una base lisa y compacta. Reserve en la nevera hasta el momento de rellenar, preferiblemente en torno a una media hora, y en la zona más fresca del frigorífico.
  3. Sin lavar el vaso, ponga la leche, el preparado para cuajada, el chocolate soluble en polvo y el azúcar y programe 10 minutos, 100º, a velocidad 3.
  4. Cuando acabe el tiempo programado, vierte inmediatamente el contenido del vaso en el molde reservado. Ayúdate de un cucharón en el que verterás el chocolate para que no caiga directamente sobre la base y la perfore. Así se esparcirá suavemente.
  5. Deja reposar en el frigorífico unas 4 horas.
  6. Antes de servirla, decórala como más te guste, en este caso con Maltesers. 

Notas:
  • Si no disponéis de chocolate sin azúcar en polvo, Cola-Cao, Nesquik o similar para hacer esta receta, y sí tenéis chocolate de tableta, ralladlo o fundidlo en el microondas antes de añadirlo al cazo o al vaso para cocer. Si os habéis fijado, las cantidades varían: 300 grs de Cola-Cao o Nesquik, pero 150 grs. de chocolate sin azúcar en polvo. En el caso del chocolate de tableta, os aconsejo emplear una tableta de 250 grs.
  • Esta receta no lleva huevo, por lo cual, es idónea en el caso de ser una tarta de cumpleaños con niños alérgicos al huevo. Si hubiera niños alérgicos al gluten, las galletas pueden ser de aquéllas que no tienen gluten, o directamente reservar un poco de la mezcla líquida del chocolate en un vasito que no tendrá un fondo de galletas.

Lo ví en la revista oficial Thermomix nº 23

 

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