HELADO DE TÉ MATCHA CON CHOCOLATE BLANCO

{ julio 21, 2012 75 Comentarios }

¡Holaaaa! ¿Cómo están ustedeeeees? Espero y deseo que bien. Después de dos meses de desconexión completa y bastante más de desconexión parcial, seguro que vuestros blogs han publicado ricas y suculentas recetas, como tiene que ser. No tengo duda de ello. Por esta casa se come, como en la de cualquier ser humano. Pero no poder dedicar un poquito de tiempo a una de las mayores aficiones de una, es difícil de llevar, aunque también es verdad, por duro que suene, que una acaba acostumbrándose a prescindir de la cocina por placer, al igual que prescindir de las visitas a mis blogs amigos. Y es que cuando las obligaciones son mayores en número y en importancia que lo "superfluo", una tiene que priorizar. Tengo que sincerarme y reconocer que una vez que has echado raíz por estas lindes cibernéticas, lo que realmente echas de menos es a las personas, a esas personas que se esconden detrás de cada blog, a esas personas con las que se comparte algo más que una entrada. Y es que la carga humana que lleva un blog es muy grande.

Y ahora llego yo. En mal momento, sí. Ahora que muchos han deshecho sus maletas en sus destinos vacacionales; ahora que muchos están haciendo las suyas para salir pitando a su lugar favorito en el que desconectar, relajarse y disfrutar. Ahora llego yo. Pero llego y me voy. Sí. Y es que una vez que ya he terminado todo el proceso de oposición por el que he pasado, a mi también me llega el momento de desconectar de verdad, de disfrutar de las vacaciones, y sobre todo de la familia, ese gran componente de la vida personal de una que tiene que sacrificar y dejar de lado para entregarse en cuerpo y alma al duro proceso de una oposición. Y como tenía que deciros que sigo aquí, pero que me tomo vacaciones hasta septiembre, quería traeros una receta veraniega que no puede esperar un año más en la carpeta de archivos: un helado de té matcha con pepitas de chocolate blanco.

Este verano aún no he estrenado la heladera, y no será porque no estoy deseando hacerlo. Este helado es uno con los que estrené mi heladera el año pasado. Lo descubrí por Carlos, que a su vez se lo descubrió a Pintxo, a quien no conozco. ¡Hola Pintxo! Y os recomiendo hacerlo sí o sí. Eso sí, que se atrevan con él aquéllos a quienes les guste realmente el té. Este helado tiene un sabor muy peculiar, pero extraordinario. Y la textura, tal cual como veis en las fotografías, es de cremosidad total. ¡Y qué bien avenido es el chocolate blanco! No sé qué tal quedará con el chocolate negro, pero con el blanco es una acierto asegurado. El té matcha lo compré en internet por ebay, donde más económico lo podéis encontrar. En las tiendas The Tea Shop también lo podéis encontrar, pero andaos con cuidadito con los precios, porque son para caeros de espaldas.

Vamos a por la receta:

Ingredientes

10 gr. de té matcha en polvo (que no en hojitas para infusión - aclarado)
200 ml. de leche
200 m. de nata para montar
3 yemas
120 gr. de azúcar blanquilla
70 gr. de chocolate blanco, bien en trozos cortados a cuchillo o en pepitas, y dos cucharadas más para añadir al helado una vez hecho

Elaboración

En un recipiente mezclamos los 10 gramos de té matcha con 20 gramos de azúcar. Le añadimos un par de cucharadas de leche y mezclamos bien. Quedará una textura espesa.
Batimos el azúcar restante con las tres yemas hasta blanquear.
En un cazo ponemos a calentar el resto de la leche, a la que añadiremos la mezcla de té una vez que la leche esté caliente. Removemos mientras la leche se sigue calentando para evitar que se pegue la mezcla en el fondo del cazo. No dejamos que la mezcla hierva. Dejamos templar.
Incorporamos las yemas batidas a la leche y ponemos la mezcla de nuevo a calentar a fuego lento sin permitir que hierva, pues de lo contrario se nos puede cortar la mezcla.
Añadimos 70 gramos de chocolate y removemos hasta su completa disolución.
Batimos la nata hasta semi montarla; lo justo para incorporar aire.
Una vez que la mezcla de las yemas se ha enfriado, añadiremos la nata, mezclamos suavemente, con movimientos envolventes. Incorporamos las dos cucharadas de pepitas de chocolate blanco, repartiéndolas uniformemente, y volcamos la mezcla en un recipiente apto para congelador, o bien en la heladera si disponemos de ella, y la dejamos trabajar.
En el caso de que guardéis el helado en el congelador es conveniente removerlo con un tenedor para destruir los cristales cada media hora durante las dos primeras horas del proceso. Se tapa con film transparente, y hasta el siguiente turno.
Para degustarlo, es conveniente sacar el recipiente del congelador entre 10 y 15 minutos antes.

Y con esta receta me despido hasta septiembre, aunque es posible que en algún momento me veáis por vuestros blogs. Tengo muchas recetas guardadas en la despensa, así que no me perdáis de vista con la nueva temporada. (Parezco Karlos Arguiñano despidiéndome de su programa, je je)

Os dejo unos cuantos helados ya publicados para que se os haga la boca agua.