Butifarra esparracada con setas
¿Os habéis preguntado alguna vez de qué color es la suerte?
Esperad, esperad, que ya sé lo que estáis pensando: ¿pero qué demonios le pasa a esta mujer haciendo una pregunta tan absurda? Tranquilos, que no se me ha pirado la pinza, como se dice coloquialmente cuando a uno no le funcionan en orden las neuronas.
Es que estaba yo aquí, pensando en cómo redactar mi entrada, y me ha surgido esta duda. Como internet es una ventana abierta al conocimiento, he pensado que podría encontrar por aquí la respuesta. Pero no me está resultando nada fácil, la verdad es esa.
Pero para mi la suerte sí que tiene color, y es que ella se presentó en mi casa, un día, de color amatista y de forma redonda. ¿Os suena bonito? A mi mucho. Y es que la suerte golpeó en mi puerta así, vestida de ese color, hace unas semanas y poco después de haber sido agraciada en un concurso que Margot, editora del blog
Margot, cosas de la vida, había organizado y en el que regalaba una cocotte de
Le Creusset. Como tantas veces pasa, una concursa y viendo la afluencia de participación, como que desestima que la suerte le pueda sonreír. Y mira tú por donde que a mi me sonrió.
No me equivoco si digo que hoy en día, uno de los sueños de cualquier blogger gastronómico es tener una cocotte de Le Creuset, una preciosidad de cazuela elaborada en hierro esmaltado y que no se queda solo con el lado bonito, sino mayormente con el lado práctico, porque no se pegan los ingredientes en su base y resulta ideal para hacer guisos a fuego lento, ya que el hierro es un potente transmisor y conservador del calor.
Tenía que estrenar mi cocotte. Lo estaba deseando, y no había mejor forma de hacerlo que con un guiso, y me decidí por unas butifarras esparracadas con setas. Es un plato que llevo haciendo desde hace tiempo, desde que se lo vi a Carlos Dube en su blog:
Mercado Calabajío, y que nos encanta. Además, ya estamos en otoño, tiempo de setas, con lo cual veo esta receta más que apropiada.
El apelativo esparracada significa "desmenuzada", y eso es lo que se hace con con la butifarra en esta receta, o digamos que casi es lo que se hace, porque se le quita la piel, se corta en trocitos de tamaño de un bocado y se cocina. Al cocinarse absorbe los sabores de las setas. Lo propio es cocinarlas de este modo con níscalos, una seta muy carnosa y de sabor muy potente, muy a monte. Yo elegí unas setas de cardo, setas de un aroma y sabor muy distintivo que rápidamente contagia a los ingredientes que le sirven de acompañamiento. Es un plato único delicioso que no se tarda nada, de nada en cocinar. ¡Palabrita!
En Madrid no es fácil encontrar butifarra fresca; yo se la encargué a mi carnicero. Según tengo entendido, en el mercado Maravillas no es difícil encontrarla. Hoy en día la butifarra ha evolucionado mucho. Ha dejado ser un sencillo embutido elaborado a partir de carne de cerdo y su grasa, para engalanarse acompañándose de otros ingredientes como el foie, pimientos del piquillo, setas, queso Roquefort, sepia ... un sinfín de opciones que hacen cada bocado más suculento si cabe.
¿A que queréis saber cómo cocinar esta receta? Pues venga, mandil en mano, cazuela al fuego y empezamos en menos que se dice YA :)
Ingredientes (Para 4 personas)
- 500 gramos de butifarra fresca; no vale la embutida. En algunos comercios la podéis encontrar como una longaniza grande enrollada o como pequeñas longanizas
- 400 gramos de setas - del tipo que más os guste
- 1 cebolla pequeña
- Un puñado de uvas pasas
- Un puñado de piñones
- Un hoja de laurel
- Unas ramitas de tomillo fresco
- Una cucharada de harina
- 3/4 de un vaso del tamaño de los de agua, de vino seco
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Elaboración
- Quitamos la piel a la butifarra y la cortamos en trocitos de tamaño bocado. En una cazuela amplia ponemos una cucharada de aceite de oliva y doramos la butifarra a fuego medio fuerte, removiendo con frecuencia. Retiramos a un plato.
- Pelamos y picamos la cebolla en juliana. En el aceite restante pochamos la cebolla, salamos y dejamos que se ablande un poquito antes de añadir las setas, que habremos limpiado y picado en trozos no muy grandes previamente. Cuando la cebolla haya empezado a ablandarse, añadimos las setas, las uvas pasas, los piñones, la hoja de laurel y el tomillo y dejamos cocer a fuego medio-fuerte durante unos diez minutos.
- Al cabo de ese tiempo añadimos la cucharada de harina, removemos y dejamos que se tueste, y a continuación las butifarras y el vino. Dejamos cocer a fuego fuerte hasta que se haya evaporado el alcohol y a continuación bajamos el fuego al mínimo, tapamos la cazuela, y dejamos cocer unos cinco minutos más hasta que la salsa haya reducido un poquito, pero estando pendientes de que quede salsa. Salpimentamos al gusto, y listo para comer.
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