Bizcocho con galletas y corazón de Nocilla { #díadeDegustabox }

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bizcocho con galletas y corazón de Nocilla


Si antes vengo por aquí hablando de mis devaneos y flirteos con Don Limón y su tentación en forma de galletitas de limón, antes se me pone Don Chocolate tontorrón y me pide rendirme ante él de nuevo. Y una, que es fácil ante la tentación, y mucho más tratándose de un dulce, ¿cómo decirle que no?

No hace ni dos semanas que Don Chocolate me asaltó nada más abrir una caja de Degustabox. Pero no venía solo, no. Degustabox es como una caja de sorpresas y tal y como decía Forrest Gump, aunque aplicado a una caja de bombones, nunca sabes lo que te puede tocar cuando abres una caja. Sabia la madre la del mítico Forrest Gump, ¿verdad?

Las sorpresas siempre traen consigo alegría, o como poco el dibujo de una sonrisa, y esa fue la que iluminó la cara de mi hija cuando al abrir la caja de Degustabox vio todo su contenido; un contenido que buenamente ilustra esta foto ...



Lo que sí fue una alegría inmensa fue saber que Degustabox se convertiría en uno de los patrocinadores del Encuentro de Bloggers Gastronómicos GastroMAD 2014. Y alegría la que se llevaron en el cuerpo todos los asistentes al evento cuando vieron la cantidad de regalos con los que volvían a casa. Vaya, que por instantes, quienes lo organizamos, buenamente pudimos sentirnos los Reyes Magos, o mejor dicho, como Reinas Magas :D

Así que esta receta, y esta entrada, va por esta caja de sorpresas: Degustabox :)

¡Mil gracias por vuestra inmensa generosidad!

bizcocho con galletas y corazón de Nocilla


¿Ahora queréis saber cómo quiso Don Chocolate que le diera forma de bizcocho? ¡Vamos!

Ingredientes
  • 2 huevos tamaño "L" a temperatura ambiente
  • 250 gr de harina de trigo
  • 150 gr de azúcar
  • 1/2 vaso de leche de coco Zico
  • 1/2 vaso de aceite de oliva suave
  • 1 cdta de levadura química
  • 1 pellizco de sal
  • 75 gr de galletas con chocolate y nueces de macadamia Pepperidge Farm
  • 4 cdtas colmadas de Nocilla de almendra
Elaboración
  1. Precalentamos el horno a 170º, con calor superior e inferior, y con la rejilla a media altura.
  2. En un recipiente mezclamos la harina, la levadura y la pizca de sal y mezclamos.
  3. Blanqueamos los huevos junto con el azúcar con la ayuda de unas varillas eléctricas. Añadimos el agua de coco y el aceite, y mezclamos de nuevo hasta que los líquidos se hayan incorporado bien en la mezcla.
  4. Añadimos los ingredientes secos en tres veces, mezclando en cada adición. 
  5. Añadimos las galletas partidas en trozos pequeños y desiguales. Mezclamos cuidadosamente.
  6. Forramos un molde alargado con papel vegetal, para que así resulte más fácil desmoldarlo. 
  7. Vertemos la mitad de la mezcla en el molde. 
  8. Ponemos la Nocilla de almendras en cuatro montoncitos repartidos a lo largo del bizcocho, y cubrimos con la masa restante.
  9. Horneamos durante unos 40 minutos aproximadamente, asegurándonos de que ya se ha cocido cuando al pinchar un palillo este sale totalmente limpio y sin restos de masa.
  10. Desmoldamos una vez frío.

Fuente de inspiración para la base del bizcocho: Bizcocho de leche y aceite, de Simoné Ortega. 1080 recetas de cocina, Ed. Alianza.



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Popietas de lenguado Marly sobre salsa de tomates asados

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El reto Tía Alia es un tío listo. Dijo que se iba, y se fue. Se fue de casa de su anfitriona del alma. Creció, y como es ley de vida, dijo que quería conocer mundo, oler otras cocinas, moverse entre otras sartenes, dejarse tocar por otras manos, y a Carmen no le quedó otra que aceptar su decisión. Todo esto ocurrió no hace mucho. Ocurrió a principios de septiembre.

Pero no se fue a casa ajena y desconocida, no, que tuvo su primera parada en casa amiga: la de Paula y su cocina Con las zarpas en la masa. Como el reto sabía que se acercaban los Pilares y le va la fiesta, cogió el petate y se plantó en casa de otra maña: Beatriz, de Sin salir de mi cocina. A estas alturas ya estará recuperado de su resaca, y pendiente de ver qué hemos publicado en el mes de octubre en su honor.

Pues prepárate, porque aquí va mi propuesta: unas propuestas de lenguado Marly sobre salsa de tomates asados.

Llevo una temporada más liada que la pata un indio, y a veces no me da tiempo de parar y coger aire. Así que cuando Beatriz publicó sus dos propuestas, yo elegí una que me solucionara una comida, y por este motivo hice la receta salada. Bueno, por esto y porque me encanta el pescado. Hablo por mi, que a mi familia no le va tanto, pero no queda otra que entrar por el aro. Anda, me he puesto chulita y todo ;)

Amigo #retotíaalia ... aquí tienes una prueba gráfica de lo que me inspiraste en tu receta ...

Ingredientes (Para 4 pax)
  • 1 lenguado grande para sacar 4 lomos
  • 8 espárragos verdes
  • 2 cdas de aceite de oliva
  • 8 hojas de albahaca fresca grandecitas, la mitad para hacer un aceite de albahaca, y la otra mitad para triturar con los tomates y hacer la salsa
  • 3 tomates medianos
  • 1 pimiento rojo mediano
  • 1 diente de ajo
  • 1 guindilla despepitada
  • Aceite de oliva
  • Sal 
  • Pimienta
  • Unas hojas de cebollino para atar las popietas
Elaboración

De la salsa de tomates asados
  1. Precalentamos el horno a 200ºC. En una fuente ponemos los tomates cortados por la mitad, el pimiento, el diente de ajo y la cayena. Rociamos con aceite de oliva y horneamos unos 45 minutos o hasta que el pimiento se haya asado. Los tomates necesitarán menos tiempo, así que podremos retirarlos a la media hora.
  2. Dejamos que el pimiento se temple para poder pelarlo. Ponemos todos los ingredientes junto con cuatro hojas de albahaca en el vaso de un robot y lo trituramos hasta que quede fino. Si fuera necesario, lo pasamos por un chino. Si usáis la thermomix, no es necesario este paso.
  3. Reservamos la salsa.
De los espárragos verdes
  1. De los espárragos eliminamos la parte del tallo más fibrosa, los lavamos y los escaldamos en agua hirviendo con sal durante un minuto. Retiramos a un colador grande y refrescamos con agua.
  2. Cortamos las yemas de un tamaño que al enrollarlo en el gallo, sobresalga. El resto lo picamos muy finito y lo salteamos en una sartén con una pizca de aceite hasta que se hayan dorado muy ligeramente. Reservamos.
De las popietas
  1. Sacamos los cuatro lomos del lenguado con la ayuda de un buen cuchillo, aunque este paso nos lo puede ahorrar el pescadero. Limpiamos los lomos muy concienzudamente para que no queden ni espinas ni restos de hiel. Los lavamos y los secamos con papel de cocina. Salamos ambos lados.
  2. Pasamos a elaborar el aceite de albahaca. Con una batidora trituramos cuatro hojas de albahaca, dos cucharadas de aceite y una pizquita de sal. Con la ayuda de un pincel de cocina, barnizamos los lomos de lenguado por el lado de la piel.
  3. Ponemos dos yemas de espárragos en la punta más fina del lomo del lenguado y por la parte de la piel y enrollamos. Para que la popieta no se deshaga, la atamos con un tallo de cebollino largo, o bien pinchamos la popieta con un palillo.
  4. Ponemos las popietas en un recipiente apto para microondas y con una pizquita de aceite y cocemos entre tres y cinco minutos, dependiendo del tamaño de los lomos.
Emplatado
  1. Para emplatar ponemos una base ligera de salsa de tomate y que habremos calentado previamente, y sobre esta una popieta y alrededor colocamos los trocitos de espárragos salteados.
  2. Adornamos con unas hojitas de albahaca y a comer se ha dicho.

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Galletitas de limón

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galletitas-de-limón


Soy una amante de Don Limón en la repostería. Sí. Es de esas cosas que una va descubriendo poco a poco. Don Chocolate me tenía cegada por completo. Llevaba apoderándose de mi gula golosa desde hacía tiempo, y en cuanto veía algún dulce elaborado con chocolate, o simplemente una onza de chocolate, me era imposible detener los dedos que se dirigían sigilosos a veces, y presurosos otras, para apresar cualquier dulce que llevara chocolate.

Pero la venda que cubría mis ojos un día se cayó, y mientras Don Chocolate atrapaba a alguna que otra víctima cercana, yo, me dejé caer en la tentación de Don Limón, que unas veces me visitaba en forma de tarta de limón, más tarde vino en la de una crema, después en la de unas galletas, le conocí en forma de bizcocho, hasta llegar a presentárseme en la de un helado. En esos descuidos de Don Chocolate, también conocí a la hermana de Don Limón: Doña Lima, y me fui reafirmando más y más en este gusto tan nuevo para mi. Pero eso sí, Don Chocolate no me ha abandonado, y lo que tengo claro es que yo tampoco le voy a abandonar a él :)

Ahora me queda otro paso: fusionar a Don Chocolate y a Don Limón. ¿Cómo creéis que funcionará la cosa?

galletitas-de-limón


Lo que sí os puedo asegurar de que estas galletas funcionan, y muy, muy bien. Son un éxito seguro vayan donde vayan. Que las hacéis para llevarlas a casa de alguien que os ha invitado a su casa ... ¡éxito!, que las hacéis para deleitar a vuestros invitados ... ¡éxito!, que si las hacéis para un desayuno con los compis del trabajo ... ¡éxito! Y no os digo nada cómo vuelan en las meriendas, ja ja ja.

¿El secreto del éxito? Yo os lo explico ... ;)

galletitas-de-limón


Receta de galletitas de limón


Ingredientes (aprox. 35 galletitas)
  • 225 gr de harina de trigo normal
  • 1/4 cdta de levadura química
  • Una pizca de sal
  • 115 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 100 gr de azúcar blanquilla
  • 1 yema de huevo
  • 4 cdas de zumo de limón
  • 1/2 cda de ralladura de limón
  • Azúcar glas para rebozar
Elaboración
  1. Mezclamos la harina, la levadura y la sal. Reservamos.
  2. Batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que quede con una textura cremosa.
  3. Añadimos la yema y mezclamos.
  4. Incorporamos la ralladura y el zumo, y mezclamos de nuevo.
  5. Añadimos los ingredientes secos y los mezclamos hasta que queden bien incorporados. Damos forma de bola a la masa, la envolvemos en film transparente y la reservamos en el frigorífico durante media hora.
  6. Precalentamos el horno a 175ºC. Preparamos una bandeja de horno y la forramos con papel vegetal.
  7. Tomamos pequeñas porciones de masa, del tamaño de una nuez y le damos forma redonda entre las palmas de las manos. Distribuímos en la bandeja. No son galletas que se expandan al cocerse.
  8. Horneamos entre 15 y 18 minutos. Han de quedar un poco blanditas al tacto en la superficie, y la base ha de quedar con un ligero, muy ligero, color dorado. Las dejamos en la bandeja del horno un par de minutos, después las pasamos a una rejilla hasta que se hayan enfriado, y entonces las rebozamos en azúcar glas.




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Cuscús al curry con pollo, mango y halloumi

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No es la primera vez que manifiesto abiertamente por este medio cuánto me gusta el queso. Me gusta mucho, aunque eso no quiere decir que coma de todos los tipos a ojos ciegos. Hay quesos ... y quesos, naturalmente, y España puede presumir de ser un país con una riqueza quesera enorme, y que poco tiene que envidiar a quesos de países más o menos cercanos. 

Se distinguen distintos tipos de queso que se clasifican según el origen animal de la leche: vaca, cabra u oveja; según su contenido en materia grasa en extra graso, graso, semi-graso, bajo en grasa o desnatado; según su grado de maduración en viejo, curado, semicurado o tierno; según el tratamiento que haya recibido la leche en de leche cruda, pasteurizada, termizada o micro-filtrada; los hay de pasta blanda, media, o dura; y podría seguir y seguir clasificando quesos hasta lograr aburriros, pero la verdad es que ese no es mi cometido. 

He probado muchos quesos, pero creo que los que me quedan aún por probar son muchos más. Cuando en el verano del año pasado viajé a Escocia, uno de los platos que me sirvieron de cena en una ocasión contenía queso halloumi. Tenía unas ganas locas de probar este queso de pasta blanda que misteriosamente aguanta el calor del fuego sin llegar a fundirse, pero se reblandece lo suficiente como para que quede tierno y muy suave. A mi vuelta, volví loca a las redes preguntando dónde adquirir este tipo de queso de orígen chipriota. Y al final lo encontré, o mejor dicho, me lo encontró una de mis cuñadas en Hipercor. También descubrí que algunos Alcampo lo comercializan. Así que si os pica el gusanillo por descubrir cómo es este queso, os animo a buscarlo y os invito a probarlo con esta receta.

Ingredientes (4p)

Para las pechugas en salsa de arándanos y mostaza
  • 50 gr de mermelada de arándanos
  • 2-3 cdas de mostaza a la antigua
  • 40 gr de zumo de limón (4 cdas)
  • 1 cda de extracto de buey
  • 20 gr de salsa de soja (2 cdas)
  • 2 pechugas de pollo limpias y cortadas en dados de 1,5 cm de tamaño aproximadamente (500-600 gr)
  • 1 cda de aceite de oliva
Para el cuscús
  • 250 gr de cuscús 
  • 1 cdta de curry en polvo
  • 250 ml de agua 
  • 1 cda de mantequilla
  • Sal
Para el mango 
  • Una cebolleta (200 gr aprox.)
  • 1 cda de mantequilla
  • Un chorritín de aceite
  • Un mango maduro
  • 1 cda de cominos molidos
  • 3 cdas de vinagre
Además
  • 250 gr de queso halloumi
Elaboración
  1. Mezclamos todos los ingredientes de la marinada y sumergimos en ella los dados de pollo durante por lo menos media hora. Reservamos.
  2. Para cocer el cuscús, ponemos el agua a hervir. Mientras sazonamos el cuscús con el curry y la sal, y removemos. Añadimos el agua hirviendo y la mantequilla y mezclamos con un tenedor. Cubrimos con un paño y lo dejamos en reposo durante diez minutos. Transcurrido ese tiempo, removemos de nuevo con el tenedor y reservamos.
  3. En una sartén ponemos la mantequilla y el chorritín de aceite a calentar. Cortamos la cebolleta en juliana fina y la pochamos a fuego suave. Cuando comience a ablandarse incorporamos el mango cortado en daditos de un centímetro de tamaño, el azúcar, el vinagre y los cominos. Tapamos y dejamos cocinar hasta que el mango se ablande.
  4. Ponemos aceite a calentar en una sartén y en ella saltearemos los dados de pollo, previamente escurridos. Reservamos.
  5. Cortamos el queso halloumi en dados del mismo tamaño que los de mango y doramos en una parrilla. Reservamos.
Montaje
  • Para montar el plato, ponemos una base de cuscús, encima ponemos el pollo, por encima de este el mango con la cebolleta y rematamos con el queso halloumi.

Receta inspirada en Cuscús de pollo y mango, de la Revista Thermomix número 50


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Basmati al curry con verduras y piña { Arroz vegetariano para Directas al grano }

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basmati al curry con verduras y piña


¡Hola queridos seguidores de Directas al grano!

Nuestro compromiso de cocinar arroz para el mes de octubre gira en torno al arroz vegetariano. La propuesta inicial era el arroz vegano, una idea que no pretendía hacer distinciones entre vegetariano y vegano. Y cuando Paula nos lanzó la duda de si elegir uno u otro, surgió la mía también: ¿qué diferencia exacta hay? Saberla, la sabía, pero entrecruzaba las ideas con los términos, como suele pasar cuando nos topamos con palabras entre las que hay muy pocas diferencias. No voy a profundizar en el tema porque una omnívora como yo sabe más bien poco sobre el vegetarianismo y el veganismo. Así que si alguien más ducho que yo en estos temas se anima a añadir algo a lo que yo explico, e incluso a rectificarme si fuera necesario, tiene carta blanca para ello :)

Si os digo que en esta receta abundan las verduras pero que hay un ingrediente de origen animal, aunque para conseguirlo no se ha tenido que recurrir al sacrificio de ese animal, estoy hablando de una receta que un vegetariano podría comer. Eso sí, siempre que esté a favor de consumir productos derivados del animal tales como la leche, el queso, el yogur o la mantequilla. 

Si un vegano se sentara a mi mesa, rechazaría esta receta de arroz por llevar yogur. Y la verdad sea dicha ... me llevaría un disgusto por no poder complacer su estómago.

Pero como en la cocina, y más en la salada, el hecho de eliminar un ingrediente no tiene porqué perjudicar al resto, cosa que sí puede ocurrir en la repostería, con toda la libertad del mundo podemos prescindir del yogur y quedarnos con un arroz del más puro estilo vegano.

Si tú eres omnívoro y comes con gusto, y sin sacrificar ninguno de tus principios, todo lo que te ponen en la mesa, te animo a que no quites ninguno de los ingredientes que se emplean para elaborar esta receta. A mi gusto, el contraste del sabor fresco y agrio del yogur con el toque picante del curry que te deja esa sensación tan cálida en la boca, hace que este arroz sea extraordinario en contrastes en el paladar. Pero te tiene que gustar el curry ... claro ;)

basmati al curry con verduras y piña


¿Quieres saber cómo hacerlo? Vamos allá ...

Ingredientes (4p)
  • 280 gr de arroz basmati
  • 4 espárragos trigueros
  • 80 gr de pimiento rojo
  • 60 gr de tallo de cebolleta, o en su defecto, cebolla
  • 60 gr de zanahoria
  • 60 gr de piña
  • 1 yogur natural sin azúcar
  • 2 cdtas de curry
  • Cilantro fresco para decorar (opcional)
  • Aceite de oliva
  • Sal
Elaboración
  1. Antes de cocer el arroz lo lavamos bajo el chorro de agua fría del grifo para eliminar el almidón y que de esta manera quede más suelto. Lo ponemos en un cazo con agua que lo cubra un dedo por encima. Lo dejamos reposar 10 minutos. Al cabo de ese tiempo escurrimos el agua y lo cubrimos con agua nueva, la justa para que le cubra como un dedo por encima. Sazonamos al gusto y llevamos a ebullición. Cocemos entre 10 y 12 minutos. Dejamos que repose 3 minutos más. 
  2. Lavamos los espárragos, el pimento y el tallo de cebolleta. Cortamos los espárragos en daditos de medio centímetro de grosor, la cebolleta del mismo grosor y al bies, y el pimiento en daditos pequeños. Pelamos la zanahoria y con un pelador sacamos láminas muy finas que cortaremos en juliana, también muy fina. Reservamos.
  3. Ponemos dos cucharadas de aceite en una sartén. Una vez que ha tomado temperatura pechamos a fuego muy fuerte los espárragos, el pimiento y la cebolleta. Sazonamos y removemos con frecuencia durante unos cuatro minutos. Incorporamos la zanahoria en juliana y seguimos el mismo procedimiento. Las verduras han de quedar "al dente", es decir, con un puntito de dureza que las haga crujir al mordisco.
  4. Añadimos las cucharaditas de curry y cuando empiecen a tomar color, añadimos el arroz. Removemos para incorporar todos los ingredientes; no necesitamos más.
  5. En el último momento añadimos la piña y mezclamos con el resto.
  6. Para servir, ponemos un par de cucharadas de yogur en la base del plato y sobre este, el arroz. Decoramos con unas hojas de cilantro, y a disfrutar.
Ahora que sabes cómo hacer este arroz en nada y menos de tiempo, no te olvides de visitar a mis compis de reto y ver sus versiones de arroz vegetariano o vegano.

Y nos vemos de nuevo con una receta de arroz el 11 de noviembre. ¡Corre! ¡Ve a tacharlo en el calendario! :D


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Tomates cherry confitados al horno

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Tomates cherry confitados 

La receta que hoy os traigo es una de esas que una vez que la pruebas estás deseando volver a hacerla y además emplearla para diferentes recetas.

Llegó tímidamente a mi, como guarnición de un plato principal. Fue llevarme a la boca un tomatito que lucía triste y arrugado en una esquinita del plato para enseguida sentir unas ganas tremendas de tener frente a mi un plato lleno de tomates confitados. Son una absoluta delicia. Creedme cuando os digo esto, y más partiendo de una persona que no siente pasión alguna por los tomates y que los compra única y exclusivamente para recetas muy, pero que muy específicas o para hacer salsa de tomate.

Grabé los sabores en mi memoria, y mirando aquí y allá elaboré esta receta:

Ingredientes
  • 500 gr de tomates cherry en rama
  • 3 cdas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cda de vinagre de Módena
  • 2 dientes de ajo sin pelar, pero machacados de un golpe
  • Sal
  • Azúcar 
  • Orégano
Elaboración
  1. Precalentamos el horno a 170ºC.
  2. Separamos los tomates de la rama, dejando el rabito, que es justamente la parte más aromática del tomate. Los lavamos, secamos y disponemos en una fuente apta para horno.
  3. Rocíamos los tomates con el aceite y para que se impregnen bien hacemos movimientos giratorios con la misma fuente de manera que los tomates giran sobre sí mismos y se embadurnan de aceite.
  4. Hacemos lo mismo con el vinagre de Módena.
  5. Esparcimos azúcar por encima. Esta se adherirá a los tomates. La cantidad a emplear no es fija. Es importante que haya un buen pellizco de azúcar sobre cada uno.
  6. Introducimos los dientes de ajo haciendo un hueco entre los tomates. Salamos al gusto y por último espolvoreamos el orégano.
  7. Los cocemos en el horno media hora. Soltarán jugo, que nos servirá para conservarlos en un tarro de cristal y posteriormente emplearlo como aliño de ensaladas o para cocinar, dependiendo de qué se trate. Para marinar unos filetes de pollo o pavo queda que ni os cuento.




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Butifarra esparracada con setas

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butifarra esparracada con setas


¿Os habéis preguntado alguna vez de qué color es la suerte? 

Esperad, esperad, que ya sé lo que estáis pensando: ¿pero qué demonios le pasa a esta mujer haciendo  una pregunta tan absurda? Tranquilos, que no se me ha pirado la pinza, como se dice coloquialmente cuando a uno no le funcionan en orden las neuronas. 

Es que estaba yo aquí, pensando en cómo redactar mi entrada, y me ha surgido esta duda. Como internet es una ventana abierta al conocimiento, he pensado que podría encontrar por aquí la respuesta. Pero no me está resultando nada fácil, la verdad es esa.

Pero para mi la suerte sí que tiene color, y es que ella se presentó en mi casa, un día, de color amatista y de forma redonda. ¿Os suena bonito? A mi mucho. Y es que la suerte golpeó en mi puerta así, vestida de ese color, hace unas semanas y poco después de haber sido agraciada en un concurso que Margot, editora del blog Margot, cosas de la vida, había organizado y en el que regalaba una cocotte de Le Creusset. Como tantas veces pasa, una concursa y viendo la afluencia de participación, como que desestima que la suerte le pueda sonreír. Y mira tú por donde que a mi me sonrió.

No me equivoco si digo que hoy en día, uno de los sueños de cualquier blogger gastronómico es tener una cocotte de Le Creuset, una preciosidad de cazuela elaborada en hierro esmaltado y que no se queda solo con el lado bonito, sino mayormente con el lado práctico, porque no se pegan los ingredientes en su base y resulta ideal para hacer guisos a fuego lento, ya que el hierro es un potente transmisor y conservador del calor. 

Tenía que estrenar mi cocotte. Lo estaba deseando, y no había mejor forma de hacerlo que con un guiso, y me decidí por unas butifarras esparracadas con setas. Es un plato que llevo haciendo desde hace tiempo, desde que se lo vi a Carlos Dube en su blog: Mercado Calabajío, y que nos encanta. Además, ya estamos en otoño, tiempo de setas, con lo cual veo esta receta más que apropiada.

El apelativo esparracada significa "desmenuzada", y eso es lo que se hace con con la butifarra en esta receta, o digamos que casi es lo que se hace, porque se le quita la piel, se corta en trocitos de tamaño de un bocado y se cocina. Al cocinarse absorbe los sabores de las setas. Lo propio es cocinarlas de este modo con níscalos, una seta muy carnosa y de sabor muy potente, muy a monte. Yo elegí unas setas de cardo, setas de un aroma y sabor muy distintivo que rápidamente contagia a los ingredientes que le sirven de acompañamiento. Es un plato único delicioso que no se tarda nada, de nada en cocinar. ¡Palabrita!

En Madrid no es fácil encontrar butifarra fresca; yo se la encargué a mi carnicero. Según tengo entendido, en el mercado Maravillas no es difícil encontrarla. Hoy en día la butifarra ha evolucionado mucho. Ha dejado ser un sencillo embutido elaborado a partir de carne de cerdo y su grasa, para engalanarse acompañándose de otros ingredientes como el foie, pimientos del piquillo, setas, queso Roquefort, sepia ... un sinfín de opciones que hacen cada bocado más suculento si cabe.

¿A que queréis saber cómo cocinar esta receta? Pues venga, mandil en mano, cazuela al fuego y empezamos en menos que se dice YA :)

Ingredientes (Para 4 personas)
  • 500 gramos de butifarra fresca; no vale la embutida. En algunos comercios la podéis encontrar como una longaniza grande enrollada o como pequeñas longanizas
  • 400 gramos de setas - del tipo que más os guste
  • 1 cebolla pequeña
  • Un puñado de uvas pasas
  • Un puñado de piñones
  • Un hoja de laurel
  • Unas ramitas de tomillo fresco
  • Una cucharada de harina
  • 3/4 de un vaso del tamaño de los de agua, de vino seco
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta
Elaboración
  1. Quitamos la piel a la butifarra y la cortamos en trocitos de tamaño bocado. En una cazuela amplia ponemos una cucharada de aceite de oliva y doramos la butifarra a fuego medio fuerte, removiendo con frecuencia. Retiramos a un plato.
  2. Pelamos y picamos la cebolla en juliana. En el aceite restante pochamos la cebolla, salamos y dejamos que se ablande un poquito antes de añadir las setas, que habremos limpiado y picado en trozos no muy grandes previamente. Cuando la cebolla haya empezado a ablandarse, añadimos las setas, las uvas pasas, los piñones, la hoja de laurel y el tomillo y dejamos cocer a fuego medio-fuerte durante unos diez minutos.
  3. Al cabo de ese tiempo añadimos la cucharada de harina, removemos y dejamos que se tueste, y a continuación las butifarras y el vino. Dejamos cocer a fuego fuerte hasta que se haya evaporado el alcohol y a continuación bajamos el fuego al mínimo, tapamos la cazuela, y dejamos cocer unos cinco minutos más hasta que la salsa haya reducido un poquito, pero estando pendientes de que quede salsa. Salpimentamos al gusto, y listo para comer.




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